No pudo ser. Se nos ha ido

Gracias a sus dos victorias en la competición de golf, su fuerte, y una más que meritoria en la regata a vela, el Club de Golf Cierro Grande se ha hecho digno merecedor de custodiar la Copa Manuel Parga hasta la celebración de la próxima edición, el año que viene D.M.

El segundo clasificado fuimos nosotros que con un comienzo fulgurante nos impusimos en nuestra disciplina ganando las dos mini eliminatorias a Golf y Náutico, quedando la parte de tenis con Náutico en segundo y Golf tercero. Lastre que supieron solventar consiguiendo sendos primeros puestos en su deporte y la vela para obtener una puntuación final de 7 puntos, a un punto del record de puntuación que nosotros ostentamos con 8, dos victorias y un segundo puesto obtenidos en la primera edición.

Este año hubo varias modificaciones al reglamento en alguna de las pruebas, lo que ha redundado en la igualdad entre los competidores y que algún punto resultase muy disputado. Mención especial hemos de hacer a la parte de la vela, con unas condiciones muy cambiantes y un nordés de lo más caprichoso hizo que los resultados permanecieran inciertos hasta los últimos bordos.

Queda demostrado que lo fundamental radica en que cada club gane su disciplina, y después pelear la victoria final por la consecución del mar número de segundos puestos posible. Siempre y cuando no salte la sorpresa, como ocurrió el año pasado al ganar el tenis la competición de golf, o como en esta edición donde el golf se impuso en su terreno y ganó la regata de vela.

Lo más destacado es la alternancia, que como todo en la vida es necesaria, ya que la monotonía lleva al tedio y al aburrimiento y no es el fin que se persigue, como bien apuntó el hombre que le da nombre a la Copa tras su entrega: hemos de tratar de que la competición arraigue y que la gente se vaya involucrado en su organización y potenciación, quien sabe si dentro de unos años podamos disfrutar de un acontecimiento deportivo del máximo interés.
Desde el club de tenis nos quedamos con esa ilusión y pensamiento de Manuel Parga, y sólo nos queda llorar amargamente la derrota y entrenar muy duro todo el invierno para afrontar con las mayores garantías el reto del año que viene.